En un sitio con una pendiente y un relieve bastante intrincado, a menudo se organiza un muro de contención de bricolaje, lo que le permite crear terrazas especiales para cultivar varias plantas. Tales estructuras en un área plana le permiten designar una parte elevada del jardín, dividiéndola visualmente en zonas funcionales separadas. Por lo tanto, es posible crear excelentes condiciones para arbustos y árboles en lugares con una presencia cercana de agua subterránea. Cuando se hace una pared con sus propias manos, en cualquier caso, se obtiene un relieve original con un jardín voluminoso. Es muy posible combinar una estructura de este tipo con el sótano de la casa, logrando un gran efecto estético.
Más a menudo se hace un muro de contención de bricolaje, con una altura de no más de un metro y medio. Pertenece a la categoría de estructuras ligeras, por lo que es increíblemente popular entre los jardineros principiantes. La construcción no requiere costos financieros colosales, en contraste con la situación con terrazas de capital. Tales estructuras se pueden hacer de casi cualquier material disponible. Sin embargo, las estructuras ligeras se caracterizan por una baja capacidad de carga.habilidad asociada principalmente con la f alta de una base de calidad.
El muro de contención más simple, construido con sus propias manos, se puede hacer lo suficientemente rápido, especialmente cuando se trata de una estructura de madera. Esta opción implica el uso de troncos uniformes con un diámetro de hasta 200 mm. La parte inferior se trata con agentes antisépticos especiales para proteger la estructura de la descomposición. Los troncos se clavan en el suelo uno al lado del otro. La profundidad mínima debe ser de al menos cuarenta centímetros, lo que, a su vez, permitirá que la estructura soporte cargas.
Un muro de contención hecho de piedra se arregla con mucha menos frecuencia, ya que requiere costos financieros y de mano de obra significativos. En este caso, se necesita una base de alta calidad que pueda soportar el peso del material y la embestida del suelo. Primero hay que preparar una zanja que siga el contorno de la estructura. A continuación, se vierte el hormigón y, una vez que se endurece, se colocan las piedras. El método de mampostería juega un papel muy importante, que tiene un impacto directo en la resistencia de toda la estructura. Los expertos recomiendan abandonar la opción con la formación de costuras cruciformes. Lo mejor es utilizar el método clásico, cuando las juntas se superponen con la parte central de la piedra de una fila determinada.
Además, es bastante raro construir un muro de contención con sus propias manos a partir de hormigón, que es una estructura de una sola cara o multifacética. Esta opción supone la presencia de una base confiable en forma de base de tira. La estructura puede ser integral o constar de elementos separados, lo que permite organizar interesantes delicias arquitectónicas. Los muros de hormigón no siempre tienen un marco de refuerzo, por lo tanto, para mejorar las características de resistencia, se recomienda reforzar las costuras con alambre de metal.