Como sabes, la guerra es un momento duro y cruel en el que el fin justifica cualquier medio. En aras de salvar sus propias vidas y las vidas de sus familiares que quedaron en casa, los soldados están listos para cualquier cosa. No se puede compadecer al enemigo. ¿Es capaz de compadecerse?
Los defensores siempre lucharon especialmente desesperadamente, defendiendo una ciudad o pueblo sitiado, lo que no es de extrañar, porque detrás de ellos había mujeres, niños y ancianos indefensos. Para salvarlos, se cavaron zanjas, se vertieron murallas de tierra y piedras, se reforzaron las barreras, pero todo fue en vano.
Durante la Primera Guerra Mundial, todo cambió, ya que el francés Giordano Bruno, que no era un filósofo ni un guerrero, logró inventar un nuevo medio de defensa contra el enemigo.
Esta herramienta era una espiral en forma de cilindro, cuyo diámetro podía alcanzar un metro y una longitud de veinticinco metros. Estaba hecha de alambre de púas, de varios de sus hilos, y la integridad de la estructura estaba asegurada por soportes de extensión. En honor a su "padre", este invento se llamó "Espiral de Bruno".
El papel de esta innovación en la guerra no puede subestimarse. Resultó ser una defensa extremadamente efectiva contra la infantería enemiga, y el movimiento de la caballería fue significativamentefue difícil. Dado que la espiral estaba basada en alambre de púas, y no era ordinaria, era imposible escalarla y el gran diámetro de la estructura hacía muy difícil dañarla. Por lo tanto, el enemigo no podía pasar desapercibido.
La espiral de Bruno ayudó a sus instaladores a destruir al enemigo - porque para vencerlo, el soldado de infantería tuvo que hacer varios cortes - y solo pudo hacerlo estando de pie - no fue difícil para los defensores de la valla "elimínelo" con una viñeta.
Este invento era más eficaz cuando se usaban ametralladoras: mientras el enemigo intentaba superar un obstáculo, le disparaban en el acto. Otra táctica resultó ser un poco peor: se dejaron pasajes en la barrera, que estaban custodiados por soldados que mataban a todos los que intentaban pasar.
Durante la guerra, la espiral de Bruno tenía dos aplicaciones: la detención y posterior destrucción del enemigo en la batalla y la protección de acuerdos pacíficos. En ambos casos, su gran ventaja no era solo la eficiencia y dificultad de superación, sino también la rapidez de instalación. Esta espiral siempre estaba lista, almacenada y transportada en forma plegada (doblada) y, si era necesario, estirada con alambre y estacas. Además, su fabricación también era posible en el campo; para esto, solo se necesitaban plantillas de alambre de púas y palos.
Poco después de la guerra, la tecnología de fabricación de este invento fue adoptada por otros países, y ahora se puede encontrar la espiral de Brunoen muchos lugares, incluida Rusia. Se utiliza para bloquear objetos que requieren una protección especial. Este tipo de alambre de púas se ve con mayor frecuencia alrededor de prisiones, instalaciones secretas y militares.
Además, cualquiera puede comprar la espiral de Bruno para proteger su propia parcela o garaje de posibles puertas. Su costo no es demasiado alto, y la instalación es simple y cualquiera puede hacerlo.