Pierre Ducane hizo extremadamente popular el aceite de parafina. La dieta que ofrece el famoso monsieur gusta a unos ya otros no. Sin embargo, ya no se discute el hecho de que es muy eficaz. Otra pregunta es qué tan útil es. O mejor dicho, ¿es inofensivo? El uso de una cantidad significativa de proteínas, la restricción estricta e incluso la exclusión completa de carbohidratos rápidos y grasas, ¿está permitido?
Parece que no queda nada para comer, excepto carne magra y requesón sin grasa. Sin embargo, el astuto Monsieur ofrece no solo una dieta, sino también muchas recetas basadas en ella. Algunas las desarrolló él mismo, otras las tomó prestadas de sus ingeniosos y dedicados seguidores.
Como resultado, los adelgazadores que utilizan este método pueden disfrutar de pastas de salvado y leche desnatada en polvo, e incluso mayonesa casera. Sí, sí, fueron ellos, esa salsa tildada por numerosos nutricionistas, esa bomba “calórica”, sin la cual algunos ni se imaginan una deliciosa ensalada.
Resourceful Dukan tuvo la idea de usar aceite de parafina para su fabricación. Tiene otros nombres: aceite de vaselina, lámparaaceite, parafina liquida. Esta sustancia se obtiene artificialmente como resultado de la refinación del petróleo. Después de una limpieza a fondo, sus fracciones se blanquean, convirtiéndose en un líquido aceitoso denso sin sabor, olor y color. No se disuelve en alcohol ni en agua.
Este aceite de parafina se vende en una farmacia. Un francés educado se aprovechó de su propiedad única: el cuerpo humano no lo absorbe en absoluto. Pasando por alto el tracto digestivo, no siendo absorbido o modificado, solo lubricando los intestinos y ablandando las heces, por lo que tiene un ligero efecto laxante.
Es el aceite de parafina el que proporciona al producto tan querido por muchos su oleosidad inherente, sin distorsionar su sabor. Esto es un gran alivio para quienes se preocupan por su armonía, pues muchos no imaginan una ensalada “sin nada”. Para reducir la densidad y conseguir un sabor más agradable, cuando se utiliza con fines culinarios, se diluye con agua mineral.
Hoy, como vaselina pura o mezclada con otras, se usa como aceite para lámparas. El hecho es que se quema maravillosamente, sin hollín y sin quemarse, sin emitir olor. Para uso en lampadas, es simplemente óptimo, además, su precio se compara favorablemente con el del aceite de oliva natural, que originalmente se usaba para las lámparas de las iglesias.
Clásicamente, se suponía que este remedio estaba hecho de aceitunas, preferiblemente exprimidas de bayas que crecen no en cualquier lugar, sino enTierra Santa. Otro nombre antiguo es aceite de madera. Pero hoy la iglesia permite plenamente su fabricación a partir de otros productos. Por lo tanto, el aceite de los productos derivados del petróleo se usa con mayor frecuencia, que para fines mundanos se llama vaselina médica blanca. Puedes comprar este remedio universal en cualquier farmacia.