Por el momento, el moderno sistema de calefacción por suelo radiante no solo se ha ganado el respeto universal, sino que también tiene una demanda increíble. Y esto es natural, porque dicho diseño proporciona un calentamiento cómodo e ideal de la habitación, y los termostatos para calefacción le permiten crear un régimen de temperatura individual adecuado para usted. Vale la pena considerar los dispositivos existentes actualmente para la regulación de la temperatura, así como los puntos principales en los que debe centrarse al elegirlos.
Conceptos básicos
La calefacción por suelo radiante es un sistema complejo único, y una de sus partes más importantes son los termostatos para la calefacción. De otra forma se les llama termostatos. Este dispositivo es necesario para el funcionamiento de cualquier tipo de calefacción por suelo radiante, ya que permite proporcionar confort térmico en la habitación. Este dispositivo le permite mantener el régimen de temperatura establecido por usted, lo que le permiteahorre refrigerante suministrándolo solo a secciones seleccionadas. Puede crear diferentes modos de temperatura, por ejemplo, establecer una temperatura constante, que será controlada por un termostato para calentar el agua. Encenderá o apagará el sistema de calefacción (según sea necesario).
El mercado ahora tiene una increíble variedad de dispositivos en esta categoría, desde los más simples, operados manualmente, hasta los más complejos, que permiten programar el sistema. Todos ellos tienen sus propias características que serán convenientes en determinados casos. Los termorreguladores para calefacción brindan la oportunidad de elegir el dispositivo más adecuado para cada sistema individual. Ahora hay tres tipos: mecánicos, programables y electrónicos.
Los termostatos mecánicos para calefacción son los dispositivos más sencillos y económicos que se pueden controlar mediante un botón giratorio o una rueda. Están diseñados para mantener constantemente la temperatura establecida. Dichos dispositivos le permiten encender y apagar la calefacción en modo automático, excluyendo la hipotermia o el sobrecalentamiento de la habitación, por lo que los ahorros suelen alcanzar el 30%. Todas las dificultades con el ajuste en este caso se minimizan, ya que no hay funciones complejas de visualización o programación. Hay ciertas dificultades con su uso: si desea mantener diferentes temperaturas en la habitación a diferenteshora del día, deberá girar la perilla usted mismo.
Si no está del todo satisfecho con los termostatos de ambiente de tipo mecánico, entonces puede comprar un modelo electrónico más moderno que no tiene una función de programación, pero tiene una pantalla, y todas las opciones se configuran mediante botones. Ambos dispositivos descritos mantienen la temperatura solo en el modo que se establece. Para crear condiciones cómodas, así como por conveniencia, es mejor usar un termostato programable. En este caso se conseguirá un ahorro energético de hasta el 50%, ya que se puede programar para determinados modos.
La elección correcta del termostato le permitirá lograr el máximo confort.